¿Estamos listos para los nuevos líderes?
En menos de cinco años, 1 de cada 3 personas en el entorno laboral será parte de la Generación Z. Jóvenes nacidos después de 1997 que ya están transformando la manera en que trabajamos, nos comunicamos y lideramos.

Muchos de ellos aún no aspiran a ocupar cargos directivos, pero lo cierto es queen muy poco tiempo estarán al frente de equipos, proyectos y empresas. Incluso si hoy no lo desean, pronto serán quienes asuman las riendas. Y por eso, la gran pregunta es:
¿Estamos listos para este cambio generacional en el liderazgo?
Todos fuimos jóvenes… y a veces lo olvidamos
Cada generación ha sido, en su momento, señalada por la anterior. Lo curioso es que muchas de las críticas que hoy reciben los Gen Z, también las escucharon los Millennials, los Gen X y los Baby Boomers en su tiempo.
La diferencia no está en las edades, sino en lasexperiencias vividas y en cómo elegimos relacionarnos con los demás.
Por eso, más que juzgar, hoy necesitamosdiálogos intergeneracionales más abiertos y con menos etiquetas. Porque no se trata de quién tiene la razón, sino de cómo construimos juntos lo que viene.
Liderar en tiempos de cambio
El liderazgo que necesitamos hoyno es el de la jerarquía, sino el de la empatía. No es el que manda, sino el que escucha, conecta y facilita. En un entorno donde conviven varias generaciones, liderar no es imponer, es integrar.
Y eso implica repensar muchas ideas que dábamos por sentadas:
- Que liderar se gana por antigüedad.
- Que el compromiso se mide por las horas extra.
- Que dar órdenes es más efectivo que crear confianza.
En Ladoinsa lo hemos aprendido acompañando a diferentes organizaciones en sus procesos de transformación.El liderazgo efectivo hoy exige nuevas habilidades: apertura al cambio, humildad, capacidad de adaptación y, sobre todo, visión humana.
¿Y qué esperan los jóvenes?
Muchos jóvenes no sueñan con ocupar “el cargo más alto”. No porque no tengan ambición, sino porqueno se sienten identificados con los modelos tradicionales de liderazgo. No quieren heredar estructuras rígidas ni culturas laborales basadas en el control. Quieren rediseñar, proponer y construir nuevos espacios de trabajo donde tenga sentido quedarse.
Eso no significa que no estén preparados. Significa quesu forma de ver el liderazgo es distinta, y eso también puede ser una oportunidad.
¿Cómo podemos prepararnos?
Más que preocuparnos,es hora de prepararnos para un nuevo tipo de liderazgo:
- Más horizontal.
- Más colaborativo.
- Más enfocado en el propósito que en el poder.
Y para lograrlo, tanto los líderes actuales como los futuros, debemos trabajar en habilidades que no se enseñan en las escuelas de negocios, pero que marcan la diferencia:
- Escuchar con intención.
- Reconocer lo que no sabemos.
- Adaptarnos a nuevas formas de trabajar.
- Acompañar sin imponer.
- Liderar desde la coherencia, no desde el ego.
En resumen
La Generación Z no viene a destruir lo construido, viene a replantear lo que puede mejorar. Y si los líderes actuales acompañamos ese proceso con apertura y generosidad, es muy probable queel liderazgo que viene sea mejor. No solo para ellos. Para todos.
Inspirado en el artículo de Jordi Alemany.
